Un padre de clase media, Ricardo (Castro), lleva a sus dos hijas a la casa de su familia junto al lago en el sur de Chile. Un día, en un yate, ven a tres jóvenes pescadores locales saludándolos desde otro bote que se está llenando rápidamente de agua. Ricardo se niega a ir a ayudar, argumentando que parecen sospechosos, para exasperación de su hija mayor. Sus prejuicios tendrán consecuencias dramáticas.